El pasado 19 de septiembre, el pleno del Instituto Nacional Electoral (INE) declaró la desaparición del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Perdió su registro durante el pasado proceso electoral, al no haber superado el umbral del 3% como requisito para seguir vigente.
Así es como a partir de esa fecha, el histórico partido de izquierda fue extinguido de la vida político partidista electoral.
Sus últimos dirigentes quedaron a deberle una amplia explicación a su militancia y dirigentes en todo el país.
Pero no lo hicieron, prefirieron darse golpes de pecho y lamentarse porque el Sol Azteca dejó de brillar en el ámbito nacional.
El partido amarillo gobernó la Ciudad de México a partir de 1997, con Cuauhtémoc Cárdenas.
Le siguió Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera, Claudia Sheinbaum y Martín Batres.
En la capital del país nació la pensión para adultos mayores aprobada en la Asamblea Legislativa por la mayoría del PRD.
De hecho, todos los derechos, libertades y avances progresistas, fueron impulsados por dicha fuerza política.
Sólo López Obrador, se opuso como jefe de gobierno a darle entrada a los derechos de las minorías, de la diversidad sexual y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Pero los demás jefes de gobierno contribuyeron a la construcción de la Ciudad de avanzada y la más progresista del país.
De hecho, la Constitución de la Ciudad, promulgada el 5 de febrero de 1917, es una de las más modernas del país.
Sus preceptos son en sentido progresista, de ninguna manera pueden dárseles marcha atrás.
La Carta Magna fue impulsada en gran medida por el entonces jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Paralelamente, emergió el Partido Morena, surgido de fragmentaciones del PRD.
El abuso, las ambiciones y oportunismo de la corriente de Nueva Izquierda, encabezada por Jesús Zambrano, llevó a la tumba al partido amarillo.
Su depredadora ambición por los recursos públicos, hizo que los Chuchos se apoderaran de manera extralegal de los recursos de los partidos en los estados.
El resultado fue una abrumadora derrota en 2024. Zambrano y operadores hicieron hasta lo imposible por rescatar el registro.
Pero sus excesos, abusos, prepotencia y soberbia, les cerró las puertas en las más altas esferas del poder.
En estos días, el Estado de México y la Ciudad de México recibieron el beneplácito como partidos locales.
En el caso de la Ciudad capital, su presidenta Nora Arias Contreras festejó en redes sociales el aval para encabezar ese nuevo esfuerzo.
El hecho concreto es que el Sol Azteca resurge en 13 entidades del país.
La Ciudad de México, se perfila como la joya de la corona por toda la herencia histórica que acarrea.
¿Qué camino seguirá el PRD en el ámbito local? ¿La unión de las izquierdas? ¿Cuál fue la experiencia de sus alianzas con el PAN y PRI? Los resultados están a la vista.
PROSPECCIÓN… La revisión de candidatos a dirigir la Cofepris, llevó a las áreas de la Función Pública a ponerle lupa a Armida Zúñiga, quien tiene una estrecha relación con el ex priista Miguel Ángel Osorio Chong, y el llamado cártel de medicamentos, denunciado en las mañaneras por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. La escasez de medicamentos y sus altos costos fueron controlados por priistas en áreas estatales y federales. Uno de los principales mencionados es el ex gobernador de Hidalgo, quien puso a Armida Zúñiga en la COPRISEH y después, en su papel de secretario de Gobernación, la premió con una coordinación general dentro de Cofepris, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Llama la atención que en plena 4T se sigan manteniendo personas funcionarias públicas cercanas al Bloque de Hidalgo y de figuras del viejo régimen originando retrasos en el análisis para nuevos medicamentos que tanta falta hacen.
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