Sin importar los colores, ideologías o creencias, los índices de popularidad infectan a los políticos de diversa índole.
Esto incluye a representantes de todos los partidos políticos, quienes siempre y en todo momento buscan subir a como dé lugar en las encuestas de popularidad.
Hay quienes contratan empresas que les presentan sondeos como los mejores y con una aceptación que rasga las nubes.
Este deporte de popularidad no es nuevo. En el pasado no muy remoto lo practicaba con una obsesión hasta el cansancio, Carlos Salinas de Gortari.
De hecho, la oficina de la Presidencia destina presupuesto a los sondeosde imagen del presidente en turno.
También recurren a encuestas sobre temas polémicos, y de esa manera, conocer el sentido que debe llevar la toma de decisiones.
El mandatario más reciente enamorado de su aceptación, fue Andrés Manuel López Obrador.
Con sus propios datos, el oriundo de Tabasco se ubicó de manera reiterada como el segundo presidente más popular del planeta.
Eso fue suficiente para que todos los aspirantes de Morena, usaran el nombre o la imagen del hoy ex presidente para potenciar sus preferencias electorales.
En estos momentos la situación no es del todo diferente. Hay encuestas que han elevado al máximo la popularidad de la presidenta Claudia Sheinbaum.
¿Obedece a su constante exposición mediática? En la pasada asamblea del Zócalo quedó demostrado que la presidenta no es popular entre los suyos.
La disciplina tampoco les es afín a los dirigentes que le dieron la espalda a la presidenta cuando arribó a la Plaza de la Constitución.
¿Tras dispararse los post por ese hecho mejoró o empeoró la imagen de Sheinbaum?
Lo siguientes sondeos lo dirán, pero a estas alturas un índice del 85% es una aceptación envidiable para cualquier político.
El segundo cargo en importancia después de la Presidencia, es el de la jefatura de gobierno, ocupada por Clara Brugada.
Ambas tienen un estilo propio de gobernar. ¿A las dos les importa la popularidad o la aceptación?
Es evidente que por su posición política a las dos les interesa lo que piensan los habitantes de su forma de gobernar.
Sin embargo, está por discutirse la postura de cada gobernante. La primera ya alcanzó la cúspide de su carrera, y la segunda, se coloca en la ruta a sucederla.
Eso es evidente; es el deporte de los sondeos.
PROSPECCIÓN… Con una sólida, Lourdes Zea, actual secretaria de Organización Administrativa del STUNAM, ha roto barreras en un sindicato históricamente dominado por hombres. Su liderazgo, lucha por la equidad y compromiso con los trabajadores, la han convertido en una figura clave en la organización sindical. Ahora, ante una coyuntura crítica, emerge como la alternativa más fuerte para encabezar una nueva planilla, ocupar el cargo de titular de la Secretaría General y devolverle al sindicato su espíritu combativo y democrático. Durante décadas las estructuras de poder dentro del sindicato de la UNAM, se mantuvieron controladas por liderazgos masculinos, y un entorno de exclusión de las mujeres en los espacios de decisión.
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