>> Se busca garantizar que todos los trabajadores, tanto del sector público como privado, tengan acceso a este recurso esencial en sus lugares de trabajo
>> El acceso al agua potable en el trabajo mejora la salud de los empleados, promueve hábitos más saludables, fortalece el ambiente laboral, reduce gastos personales y amplía sus derechos dentro del marco legal
La senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Anabell Ávalos Zempoalteca presentó una iniciativa para reformar la Ley Federal del Trabajo y la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. Su objetivo es establecer la obligación de los empleadores de proporcionar agua potable a los trabajadores durante su jornada laboral.
Esta propuesta, denominada «Ley Vaso de Agua», busca garantizar que todos los trabajadores, tanto del sector público como privado, tengan acceso a este recurso esencial en sus lugares de trabajo. La iniciativa responde a la necesidad de proteger la salud de los empleados y mejorar su bienestar, considerando que la deshidratación puede generar problemas de salud y afectar el desempeño laboral.
El acceso al agua potable en el trabajo contribuirá a mejorar la salud de los trabajadores, fomentará el consumo de agua en lugar de bebidas azucaradas, fortalecerá el ambiente laboral, favorecerá la economía de los empleados al evitar gastos adicionales y ampliará sus derechos dentro de la legislación laboral vigente.
Existen antecedentes normativos que justifican esta reforma. Actualmente, la Ley Federal del Trabajo contempla la obligación de proporcionar agua potable a los trabajadores del campo y en viviendas destinadas a empleados. A nivel internacional, la Organización Internacional del Trabajo, en su Convenio 120, establece que los empleadores deben garantizar el acceso suficiente a agua potable o cualquier otra bebida saludable en el lugar de trabajo.
Diversos estudios respaldan la importancia de la hidratación en el entorno laboral. Instituciones como la Organización Mundial de la Salud, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional han publicado directrices que destacan los efectos negativos de la deshidratación en la productividad y la salud. Se ha demostrado que una hidratación adecuada regula la temperatura corporal, mejora la función fisiológica, optimiza el rendimiento físico, fortalece la claridad mental, previene calambres musculares y contribuye al bienestar general.
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