Al conmemorar el Día Internacional de la Niña, el grupo parlamentario del PRI en el Senado de la república pidió a los legisladores luchar “por un mundo mejor para las niñas, particularmente para aquellas que son más vulnerables entre las demás”.
La senadora Claudia Anaya Mota alertó que siempre que se pretende avanzar en los derechos de las mujeres o de las niñas, a la par viene un movimiento de péndulo y esto es un movimiento de intento de regresiones a los derechos que se quieren alcanzar.
“Estamos en una etapa en la que se está produciendo alrededor del mundo una serie de acciones para recortar los derechos de las niñas y hacer retroceder ciertos avances paulatinos principalmente en educación que se habían venido alcanzando”, refirió.
Todo esto, dijo, para evitar que existan mayores avances en cuanto a la igualdad de género, desde las atenciones sanitarias, como la vacunación, el apoyo a la crianza de las madres, las adolescentes, la exposición ante la pornografía infantil y la trata, ”entre muchos otros desafíos en donde ha habido un retroceso o donde hay, pues, un franco movimiento para que se detengan acciones que se venían ejecutando de manera muy drástica a nivel internacional”.
Anaya Mota dijo que existe una necesidad urgente de aumentar la atención y los recursos destinados a las áreas clave que pretendan que las niñas hagan una realidad sus derechos y aprovechar todo su potencial.
“La comunidad internacional, los países miembros de la ONU, México particularmente deben ir más allá en la reafirmación de compromisos e invertir con determinación en las acciones necesarias para lograr este cambio”. dijo.
Añadió que “existen muchos ejemplos, existen muchas luchas que no hemos logrado visibilizar, principalmente de aquellas niñas que son más vulnerables que otras, como las niñas que pertenecen a las etnias indígenas, como las niñas que son migrantes o como las niñas que tienen una discapacidad. ¿Cuál es el futuro para estas niñas? para estas niñas que no tienen las mismas condiciones de igualdad que otras niñas que están bajo el manto de protección de una familia, de un Estado o de una comunidad”.
Existen ejemplos terribles de las violaciones específicas que se hacen sobre de las niñas con discapacidad, “para darles datos numéricos, en este país hay más de 1 millón de niñas con discapacidad entre los 5 y los 17 años, y de esas sólo 250 mil se encuentran escolarizadas, es terrible, porque estamos dejando sin herramientas de superación a un grupo poblacional que necesita, por el contrario, de acciones afirmativas para salir adelante”.
Añadió que “el Estado omiso, la comunidad omisa, la familia omisa, las niñas con discapacidad son, en una comunidad, las más vulnerables y necesitamos reforzar las cadenas interinstitucionales con compromisos reales y auténticos que nos ayuden a sacarlas de ese infierno. No solamente el Estado mexicano debe de tener becas de apoyo a quien tiene una discapacidad, debe existir el apoyo institucional que permita que las niñas con discapacidad salgan del infierno en el que viven y comiencen a enrolarse en una ruta del desarrollo a través y principalmente de la educación, de la interacción con la comunidad, de la interacción con la cultura, con el deporte, con tantas aristas que las permitirían hacerse visibles y al ser visibles, dejarían de ser sujetas de tantas violaciones y abusos”.
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