19 de septiembre de 2024

Dossier de Prensa

Libertad Informativa

Manda Morena a sitiar Donceles

  • La 4T tiene garantizada la mayoría calificada, por lo que les viene valiendo lo que diga la oposición.

Con un Congreso sitiado por policías antimotines, y con la amenaza de la presidenta de la Mesa Directiva, Martha Ávila, de llamar a los elementos de Resguardo del Palacio de Donceles para poner en orden a la oposición, la mayoría oficialista aprobó la reforma al Poder Judicial.

Fue un circo donde los oficialistas aplicaron la de “para qué les damos argumentos, si los podemos planchar con votos”. Y es que la 4T tiene garantizada la mayoría calificada, por lo que les viene valiendo lo que diga la oposición.

La sesión de ayer se podría comparar con un partido de futbol donde un equipo juega solamente con siete jugadores, va perdiendo por 10 goles, y además tiene al árbitro en contra. No tuvo ningún mérito para Morena haber aprobado la minuta del Senado.

Tan papita estaba, que lo más destacó fue la división en el partido oficial, donde las disputas por el poder están en la superficie.

El pleito está más que cantado entre la coordinadora de la fracción, Xóchitl Bravo, y su antecesora Martha Ávila, quien ve cómo se queda sin las entradas del dinero a que estaba acostumbrada cuando lideraba al rebaño guinda de Donceles.

Todo el mundo sabía que, al no tener rivales enfrente, la 4T se iba a canibalizar y eso empezó desde el primer día. Del amplísimo equipo que tenía Ávila en la nómina, sólo le dejarán a dos; los demás son para el ganador —más bien la ganadora— Bravo.

Por cierto, Martha tuvo una sesión para el olvido, pues todo el mundo se le subió a las barbas y su desconocimiento del reglamento la hizo cometer varias pifias. La más evidente fue cuando llamó a los diputados a razonar su voto y Xóchitl le dijo que no se podía.

El diferendo obligó a hacer un receso en la sesión, a fin de que los coordinadores parlamentarios se pusieran de acuerdo. Como pasa en estos casos, al final le echaron la culpa a Servicios Parlamentarios de haberlos cruzado… no era cierto, pero no iban a aceptar su ignorancia.

Pero entre todo este desastre, surgieron rostros frescos y desenfadados, como la emecista Patricia Urriza, quien por su desconociendo del protocolo, al subir a tribuna se arrancó sin pedir permiso a la presidenta, como es usual.

Se fue directo contra el cochinero que se estaba haciendo ahí, y dijo que como joven eso no la representaba. Y no se amilanó cuando Víctor Hugo Romo le quiso meter el pie, al decirle que, si la reforma ya era un hecho, por qué no proponía qué iba a hacer su partido.

Su respuesta al diputado chavorruco fue contundente, y le dijo que a gente como él le gusta menospreciar a los jóvenes, pero que ella ganó su lugar en el territorio, y que la 4T les robó un diputado, y se regalaron siete más.

Otra que dejó buena impresión, y hasta se dio el lujo de ironizar al decir a los oficialistas que otros congresos se habían adelantado a sus intenciones de que la CDMX fuera la primera en someterse, fue la panista Liz Salgado.

Se vio muy suelta y clara; estas dos diputadas, junto con la priista Tania Larios, quien desde la pasada legislatura mostró hechuras, pueden convertirse en una piedra en el zapato para los oficialistas.

Contrario otros como el petista Ernesto Villarreal, quien, incluso al criticar el sueldo de los ministros, dijo que tenían una gratificación anal —obvio era anual—, a menos que él tenga otros datos.

CENTAVITOS

Por cierto, mientras los jóvenes de la oposición se muestran frescos y auténticos, los de Morena sólo están aprendiendo a bajar la cabeza y someterse. Lástima, porque algunos tienen talento.

Adrián Rueda
Adrián Rueda

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