22 de diciembre de 2024

Dossier de Prensa

Libertad Informativa

Las campañas que ya estaban

El ritual del “tapado” era más una payasada que otra cosa. Por ahí del quinto año de su sexenio, los presidentes emanados del PRI hacían los últimos “ajustes” a su gabinete con el fin de que el resto de mortales de nuestro país fuera viendo quién sería el “ungido” y se convertiría en el candidato a la Presidencia de la República.

A mediados de su sexenio como gobernador de Guanajuato, Vicente Fox Quesada dijo que sería candidato presidencial y se lanzó con todo. El PAN no ocupó ningún “tapado”.

Curiosamente cuando su secretario de Energía, Felipe Calderón Hinojosa, quiso adelantarse a la sucesión, el presidente Fox lo despidió y le quitó todo su apoyo. Ya conocemos la historia.

Enrique Peña Nieto inició su carrera presidencial con años de anticipación. Primero como diputado local en el Estado de México, secretario de Estado en el gobierno de su padrino político Arturo Montiel Rojas y ya luego como gobernador, y aun así tuvo un año extra, de 2011 a 2012, para actuar al margen de todas las leyes.

No por nada la elección de gobernador del Edomex es siempre un año antes que la presidencial: así, el “gober” saliente tenía oportunidad de buscar “La Grande”.

Este fin de semana, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) hizo su convención para poner las reglas de la contienda interna para elegir a su candidato o candidata presidencial. El presidente Andrés Manuel López Obrador dice que el ritual del “tapado” ya se acabó; claro, lo dice alguien que tiene experiencia de haber estado 12 años en campaña (más lo que lleva de gobierno, que son casi cinco años de poscampaña o campaña institucional o algo por el estilo).

Lo curioso es que nuevamente Morena repite las viejas prácticas del PRI, cuando hablan de “mostrar unidad” y de que “hay que respetar los tiempos”. La cosa es que el ahora excanciller Marcelo Ebrard Casaubon dio el albazo y metió presión para que sus contrincantes renuncien o pidan licencia a sus cargos.

Y es aquí donde medios y periodistas tiene una responsabilidad importante con la sociedad, porque legalmente no hay campañas, pero ya la prensa se ha sumado a este circo y nos queda a deber hasta ahora ese periodismo profesional que nos informe qué van a dejar de hacer y qué van a dejar de cumplir quienes ya se ven en la boleta.

¿Qué tanto los medios de información van a desperdiciar tiempo y recursos en ponerle “marca personal” a quienes ya se creen con la venia de su jefazo?, ¿qué información vamos a dejar de recibir sobre lo que sí es importante por andar, desde ahora, en una campaña que durará un larguísimo e inútil año?

Estas reflexiones deberían hacerlas en las mesas de redacción y pensar bien cuál es la cobertura periodística que debería hacerse de este proceso de sucesión, qué tipo de información merece conocer la sociedad sobre cada personaje y qué información no podemos dejar de recibir de las instancias que abandonan estas personas empleadas nuestras, en aras de satisfacer sus aspiraciones personales, disfrazadas de “proyecto de Nación”.

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Andrés A. Solis Álvarez