>> Si los suspiritos azules cuajan esta idea en Donceles, la jugada sería de tres bandas.
Una jugada de tres bandas prepara el alcalde panista de Benito Juárez, Luis Mendoza Acevedo, para sacudirse la losa del llamado Cártel Inmobiliario, que autoridades emanadas de su partido constituyeron en esa demarcación.
Mendoza anunciará hoy la creación de un micrositio, para que los capitalinos puedan dar seguimiento a todas las obras que tengan que ver con esa alcaldía, donde los principales vigilantes serán los propios vecinos.
El alcalde formará brigadas de supervisores ciudadanos, a fin de que ayuden a las autoridades a vigilar que no haya construcciones irregulares en su demarcación. En caso de haya algunas sospechosas, podrán denunciarlas para que la autoridad actúe.
Aunque los azulitos no lo dirán, este ejército vecinal podría convertirse en un grupo activista en favor de su gobierno, y con ello servir de contrapeso en su territorio a los servidores de la nación, que Morena despliega por toda la ciudad para jalar adeptos.
Esta acción irá acompañada de una iniciativa de ley que —según diputados albiazules del Congreso capitalino—, Luis presentará para que los alcaldes ya no tengan nada que ver con los permisos de construcción, y que todo vaya al gobierno central.
Probablemente esa iniciativa no guste nada a los demás alcaldes, pues les amarra las manos en los negocios inmobiliarios. Y si bien les quita responsabilidad en el tema, también les impide actuar contra los malos desarrolladores.
La idea es que el paquete pase completo a la Jefatura de Gobierno, donde seguramente estarían calculando los ingresos por permisos especiales, pues muchos constructores se llevan de piquete de ombligo con la jefa, aunque si algo sale mal, el Cártel Inmobiliario sería Morena.
Si los suspiritos azules cuajan esta idea en Donceles, la jugada sería de tres bandas: Primero porque Mendoza empoderará a los ciudadanos; segundo, el gobierno central cargará con todo lo que salga mal, y tercero, el alcalde se sacudirá la imagen del Cártel Inmobiliario.
Luis pateará el balón a la cancha morenista, donde algunos intentarán regresárselo, aunque la mayoría tomará el regalito, para que nunca deje de sonar la registradora.
Las brigadas vecinales podrán reconocer también a quienes cumplirían con los permisos y las obras de mitigación correspondientes. Incluso podrían armar el Quién es Quién en la industria inmobiliaria.
La jugada luce buenísima, y habrá que ver si fue una idea del alcalde, o estuvo planeada por la cúpula de su partido, pues de prosperar dejarían el tema que tanto daño les hizo en las pasadas elecciones.
Este ejemplo podría extenderse hacia las demás alcaldías, para que sean los propios vecinos —que no los líderes vecinales—, quienes certifiquen la legalidad inmobiliaria.
- CENTAVITOS
Mucho escándalo se hizo en torno al desaire que tres excorcholatas de Morena le hicieron a la Presidenta el domingo pasado, cuando le dieron la espalda para tomarse una foto con los dirigentes nacionales de su partido en el Zócalo. Aunque los tres se disculparon por la distracción, ahora más que nunca está presente esa máxima del viejo PRI, que a quienes perdían la carrera presidencial, los invitaba a irse un rato del país para no hacer sombra a quien llegara. Porque Manuel Velasco, Adán Augusto López y Ricardo Monreal ocupan posiciones desde las que pueden grillar a Claudia Sheinbaum, y hasta generarle inestabilidad entre las tribus de la 4T. Como que ya es hora de revisar qué embajadas están libres, ¿no? Sobre todo las más lejanas.
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