22 de diciembre de 2024

Dossier de Prensa

Libertad Informativa

Medios y el interés superior de la infancia

La semana anterior vimos hasta el hartazgo las escenas en que una pareja ingresó en forma violenta a una escuela en el municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, y cómo comenzaba a agredir a una maestra a la que acusaron de haber violentado a su pequeño hijo de tres años.

El menor fue testigo de la golpiza y de cómo su padre amenazaba con un arma de fuego tanto a la maestra como a una empleada de este colegio particular.

La historia ya la vimos, pero la responsabilidad de medios y periodistas es informar y explicar los hechos, no juzgarlos, calificarlos, ni mucho menos asumir la verdad absoluta.

Hay que aclarar algo: los padres del menor son los agresores y su conducta muestra que no era la primera vez que hacían algo así.

Las empleadas del colegio son las víctimas y hay que seguir las investigaciones al respecto.

Sin embargo, los medios no han hecho lo suficiente para investigar y documentar si efectivamente, tal como afirman los padres, alguien en el colegio abusó del pequeño de tres años.

Claro que, de confirmarse, eso no justifica la reacción del papá y la mamá, pero en todo caso debería haber sanciones al colegio, sus autoridades y a quienes hayan abusado física, verbal o emocionalmente del niño.

Igualmente, los medios de información deben dar seguimiento a la otra parte de la historia, porque el pequeño terminó siendo la víctima más importante de estos sucesos.

El menor pudo ser agredido en la escuela, pero ahora las autoridades del DIF en el Estado de México investigan si había antecedentes de agresiones contra el pequeño.

Como consecuencia de los hechos en el colegio, este pequeño niño se quedó de repente sin sus padres, alejado de su casa y bajo resguardo del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y este lunes apenas le permitieron tener un encuentro con su abuela paterna.

¿Cuál es el impacto en la salud mental del niño?, ¿qué responsabilidad tenemos medios y periodistas de poner en contexto esta parte de la historia, además de seguir reporteando el proceso que siguen sus padres ya recluidos?

No faltará quien diga que fue un caso aislado y aquí es donde medios y periodistas deben abundar en la realidad de la violencia que se vive en el entorno escolar, más allá de los casos de ‘bullying’ entre estudiantes.

Es tiempo de documentar periodísticamente qué tan vulnerables son las escuelas de todos los niveles como para que cualquiera pueda ingresar y agredir al personal porque no cuentan con personal especializado para brindar seguridad a la comunidad escolar.
¿Y qué hubiera sucedido si la escuela Frida Kahlo no hubiese tenido cámaras de seguridad?

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Andrés A. Solis Álvarez