Agosto es el mes de la relajación y después de un año y medio en medio de una pandemia, no podría haber llegado en mejor momento. Así que aprovecha estos días de verano para darte un respiro y por qué no, escápate de la estresante rutina.
Existen muchas formas en las que podemos relajarnos, la más común es irnos de vacaciones a un tranquilo lugar en medio de la naturaleza, o quizá en la selva, como es el caso de Alltournative, que, con sus NativeParks y Expediciones, son destinos ecoturísticos en la Riviera Maya y Yucatán.
Pero si relajarte te urge, aquí te contamos sobre algunas opciones y cómo puedes aprovechar el mes de la relajación para ponerlas en práctica:
Relajación por observación
Esta técnica se debe practicar en un paraje natural. Para empezar, debes concentrar tu atención en un elemento del paisaje como las nubes, una flor, un árbol o incluso una piedra que nos parezca particularmente llamativa.
Mientras respiras profundamente comienza a observar el objeto que elegiste; cada detalle. Su forma, su tamaño, su textura, sus colores, etcétera. Si notas que empiezas a pensar en otras cosas, simplemente regresa tu atención al objeto que elegiste, sigue analizándolo y respira profundamente. Verás que puedes despejar tu mente completamente de otras cosas y pasarás un rato libre de estrés y en paz contigo.
Relajación autógena
Esta proviene de nuestro interior y aquí utilizarás tu conciencia corporal para reducir el estrés. Imagínate en un lugar tranquilo lejos de los sonidos estresantes de tu entorno habitual. Sólo escuchas los sonidos de la naturaleza: las hojas de los árboles que se mueven con el viento, el canto de los pájaros al amanecer y el agua del río que corre frente a ti. Una vez que te encuentres en ese lugar, relaja tu respiración, vuélvete consciente de cada parte de tu cuerpo y repite una frase que te haga sentir relajado. Verás cómo tu cuerpo comienza a relajarse y poco a poco reducirás el estrés.
Relajación muscular progresiva
En esta técnica lo que se hace es tensar lentamente los músculos para después relajarlos. Se puede comenzar desde los dedos de los pies e ir subiendo hasta llegar al cuello y la cabeza. Puedes tensar tus músculos por 10 segundos y luego soltarlos; inmediatamente sentirás cómo tu cuerpo empieza a perder esa tensión acumulada con la que cargamos todos los días.
Esta actividad sin duda se disfruta más en un espacio abierto en el que nos sintamos cómodos y libres para movernos. Al igual que en otros tipos de técnicas, es recomendable encontrar un lugar alejado de factores que nos distraigan o nos estresen.
Meditación
La meditación se ha practicado por siglos y existen muchas técnicas distintas. Puedes practicarla sentado, acostado o incluso durante una larga caminata en un lugar alejado de la ciudad. Inicia concentrando tu atención en tu respiración. Inhala y exhala profundamente y poco a poco lograrás poner tu mente en blanco. Si empiezas a pensar en otras cosas, siempre vuelve a concentrarte en tu respiración.
Mantener la mente en blanco es probablemente una de las cosas más difíciles para las personas, pero siempre puedes empezar escapándote a un lugar en el que nadie ni nada te pueda molestar.
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