Enfrentó varias protestas por incumplimiento de compromisos con los grupos que la apoyaron
La que anduvo pasando aceite en las últimas semanas fue la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez, quien enfrentó varias protestas por incumplimiento de compromisos con los grupos que la apoyaron para llegar al cargo.
Para ganar en junio la alcaldía más grande de la Ciudad de México, Alavez pidió el apoyo de algunos líderes políticos de ese territorio, toda vez que no era la favorita de su antecesora, Clarita Brugada.
Brugada quería heredar el cargo a la diputada Martha Ávila o a alguien de su equipo, pero en Morena consideraron que con la candidatura de la ciudad estaba pagada y que debería entregar Iztapalapa.
Fue así que Aleida entró con calzador, pero tuvo que recurrir a varios liderazgos, a quienes prometió espacios en su administración en caso de ganar, lo que finalmente ocurrió de forma abrumadora. Pero, una vez instalada en el cargo, la alcaldesa desconoció los compromisos.
La inconformidad entre quienes la apoyaron creció porque su esposo, Alejandro Ojeda, asumió el rol de ser quien repartiría el pastel y le empezó a acarrear enemigos a la gobernante, quien lo dejó operar… hasta que le saltó la liebre.
Hace un par de semanas, un exintegrante del Frente Popular Francisco Villa fue víctima de un atentado cuando viajaba en una moto con una mujer de pasajera. La agresión a balazos causó la muerte de su acompañante, lo que generó indignación entre sus compañeros.
En apoyo a su hermano Eduardo por ese atentado, David Mendoza tomó la alcaldía y puso un gigantesco moño negro en señal de luto, culpando a la alcaldesa de la muerte de la acompañante de su familiar.
Esa acción causó gran preocupación a Aleida y a su marido, quienes pidieron paro a algunos líderes de la zona para desactivar el problema, que les podría haber crecido a otros niveles, pues se trata de grupos radicales que no acostumbran dejarse.
El asunto se calmó un poco, pero tuvieron que repartir algunos lugares a cambio del apoyo, además de hacer una nueva promesa de que, ahora sí, a partir de enero, se cumplirán la totalidad de los acuerdos preelectorales.
En tanto, la alcaldesa dispuso de un fondo de diez millones que le quedaban en caja para este año y lanzó una convocatoria para repartir mil 500 pesos como apoyo a ciudadanos de la alcaldía, pero la acción fue tan mal planeada que se le juntaron más de 40 mil solicitantes.
Obviamente, el dinero no sería suficiente y tuvo que aguantar protestas, hasta que los líderes le volvieron a hacer el paro y ayer fue repartido ese dinero sin mayores complicaciones.
Pero, ¡aguas!, porque si les incumple otra vez a los grupos, y teniendo en cuenta que Clarita no dejará que por ningún motivo Aleida brille en su alcaldía, igual y si completa los tres años tendrá que darse por servida; de una reelección, ni soñar.
CENTAVITOS
Por si alguien tenía alguna duda, los sumisos diputados del oficialismo bajarán la cabeza el próximo lunes para cumplir la orden de ungir como nueva fiscal capitalina a Bertha Alcalde Luján, quien, por arte de magia, logró que su expediente quedara rechinando de limpio y que los exámenes de confianza que le aplicó la Guardia Nacional, y que no había pasado, según el Consejo Judicial Ciudadano, quedaran en una simple anécdota. Tanto el gobierno como su bancada legislativa dirán el lunes que es la nueva fiscal autónoma y no carnal de la CDMX… Con motivo de las fiestas de fin de año, esta columna dejará de publicarse desde el próximo lunes y reaparecerá el 6 de enero de 2025. ¡FELICIDADES!
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