18 de octubre de 2024

Dossier de Prensa

Libertad Informativa

Transparencia y rendición de cuentas


La desaparición del Inai no significa que desaparezca la transparencia”. Así lo dijo la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para justificar de nuevo la intención de su gobierno por desaparecer los organismos autónomos, incluyendo al Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información Pública (Inai).

El líder del partido oficial en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, ya dijo que estas reformas se concretarán antes de que concluya 2024, para que México inicie 2025 con la ausencia de instituciones autónomas encargadas de vigilar en parte la actuación del gobierno y de garantizar que se respeten los derechos de las personas.

El argumento del expresidente López Obrador es que son organismos onerosos y que sus representantes cobran salarios millonarios. El colmo era que decía que el Inai no combatía la corrupción.

Sabíamos que el expresidente nunca iba a entender el significado del derecho de acceso a la información pública. Su terquedad es tan grande que se mantiene firme en sus absurdos, aunque sabe que está equivocado, que miente o que ignora cosas porque simplemente no lee.


Pero sus herederos políticos caen en el mismo absurdo.

Claudia Sheinbaum dice que desaparecer el Inai no significa que desaparezca la transparencia. Ya la idea es en sí misma una tontería.


Este grupo político disfrazado de movimiento social de izquierda olvida, ignora o deliberadamente omite que personajes de sus filas fueron artífices de la creación de las leyes de transparencia y los institutos en la materia.

Estas leyes e instituciones nacieron para garantizar que el Estado mexicano, desde sus tres poderes y tres niveles, respete el derecho ciudadano de acceso a la información pública y el derecho que la sociedad tiene a ser informada, y la obligación que el Estado tiene de rendir cuentas de sus actos.

Si en México hubiésemos tenido gobiernos del PRI, PAN o Morena que cumplieran sus obligaciones de transparencia y rendición de cuentas, nunca hubiese sido necesario crear instituciones garantes.

Si el régimen que se presume progresista, de izquierda y demócrata cumpliera con informar, en vez de mentir con “otros datos”, desde inicios del sexenio anterior se hubiese vuelto innecesario tener al Inai, pero no fue así.

El Inai siguió existiendo porque los gobiernos de Morena han sido omisos en informar, irrespetuosos en atender peticiones de información y hasta legalmente responsables de no entregar información, pese a recibir resoluciones del pleno del Inai.

Tenemos un gobierno demasiado alejado de los derechos que garantizan el ejercicio de las libertades y la construcción de democracia, aunque presuma lo contrario.

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Andrés A. Solis Álvarez