Luego de 39 años del sismo de 1985 en la Ciudad de México, el gobierno de la Alaldía Cuauhtémoc, reafirma su compromiso de seguir trabajando para proteger a todas las personas en materia de Protección Civil y en la materia el Alcalde Raúl Ortega hizo un llamado los más de 550 mil habitantes de la demarcación a fortalecer la cultura de la prevención y protección civil con el propósito de hacer más eficientes los protocolos de seguridad.
“El sismo de 1985 fue un catalizador que transformó la manera en que México aborda la gestión de riesgos y emergencias consolidando un sistema que busca proteger a la población y minimizar el impacto de fuertes desastres”, afirmó el edil de Cuauhtémoc al encabezar la ceremonia en recuerdo de las víctimas del sismo del 85 en Tlatelolco, donde se derrumbó del edificio Nuevo León.
Por la mañana, a las 07:19 horas de este 19 de septiembre, en la explanada principal de la Alcaldía Cuauhtémoc, Ortega Rodríguez, izó la Bandera Nacional a media asta para recordar los hechos trágicos de los dos sismos: el 1985 y el de 2017.
Recordó que derivado a este fenómeno natural que cobró la vida de miles de mexicanos, nació el Centro Nacional de Prevención de Desastres y se estableció el Sistema Nacional de Protección Civil.
Por lo que respecta a su permanencia en Tlatelolco, ante vecinos de la unidad habitacional y en compañía de “Veteranos Topos México 1985”, el Alcalde de Cuauhtémoc, expresó que el 19 de septiembre es un recuerdo de dolor pero también es de la capacidad que tenemos para levantarnos y apoyarnos mutuamente.
Destacó que como resultado de esta tragedia nació el Sistema Nacional de Protección Civil, un esfuerzo conjunto que reúne al gobierno, la iniciativa privada y al voluntariado para construir un México más seguro y mejor preparado ante futuros desastres.
Dijo que este sistema es un legado de unidad y aprendizaje que nos impulsa a seguir mejorando nuestras capacidades de respuesta y prevención.
El sismo de 1985 fue un catalizador que transformó la manera en que México aborda la gestión de riesgo y emergencias consolidando un sistema que busca proteger a la población y minimizar el impacto de fuertes desastres, enfatizó.
Pese a todo esto, reconoció que en 2017 evidenció lecciones no aprendidas y nuevamente la naturaleza nos sorprendió recordándonos que no es suficiente un simulacro general anual, sino que debemos asumir una subcultura de reacción y seguridad ante los sismos.
De ahí la importancia de estar siempre preparados y actuar con responsabilidad y solidaridad para construir un futuro más seguro y solidario para todos, concluyó.
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