18 de octubre de 2024

Dossier de Prensa

Libertad Informativa

Movimiento de liberación animal

Por: Marcelo Enrico de la Rosa

El movimiento de liberación animal, también conocido como movimiento abolicionista de liberación animal y especies del mundo, es aquel movimiento global de activistas, académicos, artistas, campañas y grupos organizados que se oponen al uso de los animales para investigación, entretenimiento, alimento y textiles (cuero, lana, paletería y seda). El objetivo general de este movimiento es erradicar el especismo, que consideran antropocéntrico, es decir, la discriminación de los animales no humanos, generada por el derecho de pertenecer a especies diferentes a la huma.

Por lo general, los términos movimiento de liberación animal y movimiento de defensa animal se utilizan como equivalentes, pero el segundo es más amplio, ya que incluye a organizaciones y activistas que buscan el bienestar animal mejorando su situación en cautividad. Estos últimos no propenden por la abolición total del especismo, sino por la mejora de las condiciones de vida de los animales.

El movimiento de liberación animal se sostiene sobre la idea central de que los animales no humanos tienen necesidades básicas e intereses que merecen reconocimiento y protección, sin embargo pueden ser divididos en tres amplios sectores: por un lado, los defensores de los derechos de los animales aseguran que estos intereses básicos posicionan a los animales como sujetos de derecho; tal y como propone la filosofía de Tom Regan y de Gary Francione.  

Por otro lado, los utilitaristas no creen que los animales posean derechos per-se, pero argumentan que, como tienen la facultad de sentir dolor, ​su sufrimiento debería ser tenido en cuenta (excluir a los animales en el juicio moral equivale, afirman, a discriminarles por el mero hecho de no ser humanos​). Aquí encontramos, por ejemplo, el famoso trabajo del filósofo Peter Singer en libros como Liberación Animal que impulsa en gran medida el movimiento de liberación animal. Por otra parte, también se ha defendido la consideración moral de los animales desde otra teoría ético-política, el igualitarismo. Quienes sostienen este enfoque, como Peter Vallentyne o, en el mundo de habla hispana Oscar Horta, ​ defienden también el fin de la discriminación de los animales.

Pero, a diferencia de los utilitaristas, se oponen al actual uso de animales como recursos no solo porque el sufrimiento y muerte que esta causa no compense los beneficios que provoca, sino también porque rechazan que sea aceptable que una minoría sufra para beneficio de una mayoría. Por último, los activistas antiestatistas y anarquistas-veganos como Steve Best se rehúsan a emplear vías exclusivamente legalistas para ponerle fin al especismo, igualmente denuncian el sexismo de muchas organizaciones animalistas y su desidia por enfrentar otros tipos de discriminaciones, subordinaciones y opresiones asociadas al Estado, al Capitalismo, al racismo, etc.

Si bien, el objetivo principal de los animalistas es proteger el bienestar animal, no en todos las casos cumplen con ese objetivo, ya que hay casos, en donde solo perjudican a las personas que crían y cuidan a las diferentes especies de animales, porque supuestamente abusan y acusan sin tener motivos para hacerlo.

En México, hubo una reforma que buscaba que los animales ya no estuvieran en el circo, porque supuestamente había mucho maltrato animal, ya que abusaban de ellos. Hoy en día muchos de esos animales que estaban en los circos, se encuentran en peores condiciones.

La tauromaquia, es uno de los espectáculos más atacados por este tipo de asociaciones de animalistas, porque según el toro de lidia sufre mucho y se encuentra en feas condiciones, cuando se ha demostrado que es todo lo contrario.  En muchas ocasiones este tipo de grupos de protectores del bienestar animal, buscan acabar con el trabajo y sacrificio que tienen las personas que se dedican a la crianza de seres vivos, además si los animales tuvieran derechos como los seres humanos, se podría decir que el mundo se paralizaría el mundo, ya que todos dependemos del consumo animal.

Si un ser humano, no consume nada de origen animal, no absorbe los nutrientes que aportan los productos de origen animal como la carne de res, el pollo, pescado, huevos, además de que no tendrían la fuerza ni la resistencia para hacer actividades todo el día.

Tu opinión nos interesa:

Redacción